Fernando III el Santo
Rey de Castilla y de León. Con él volvieron a unirse ambas Coronas, al heredar el reino de Castilla por la muerte de su tío Enrique I (1217) y el de León por la muerte de su padre Alfonso IX (1230). Las dos herencias plantearon problemas y resistencias, salvadas gracias a la habilidad diplomática de la reina madre Berenguela.
Una vez sometidos los nobles díscolos y unificados los dos reinos, Fernando dio un fuerte impulso a la Reconquista, aprovechando la superioridad militar obtenida sobre el Islam desde la victoria de su abuelo Alfonso VIII en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212). Dicha empresa habría de conducir a la reconquista del valle del Guadalquivir. Una tras otra fueron cayendo en manos cristianas ciudades musulmanas tan significativas como Córdoba (1236), Jaén (1246) o Sevilla (1248).
Fernando III el Santo contrajo matrimonio en noviembre de 1219 con Beatriz de Suabia, con la que tuvo a Alfonso X de Castilla. Tras quedar viudo el rey Fernando contrajo matrimonio en 1237 con Juana de Ponthieu con la que tuvo a Leonor de Castilla (1240-1290) quien contrajo matrimonio con Eduardo I de Inglaterra y fue la madre de Eduardo II de Inglaterra.